martes, 2 de abril de 2013

BARRIO SAN ANTONIO 2DA PARTE por Blanca Velazquez



Churros de Don Mateo (donde ahora esta el billar de la plaza)

Y va de nuez, gracias a las personas que nos hicieron favor de leer el primero de, esperemos, muchos relatos y anécdotas de nuestro pueblo.

Les contaba pues de la barriada, de San Antonio, este barrio que ha visto el ir y venir y tantas personas, unas que se van en busca de un mejor  futuro pero siempre se acuerdan del terruño, otras que regresan, después de muchos años ausentes, con su gente, a su lugar, a su pedacito de tierra y los que se nos adelantaron a guardarnos un campito en el mas allá.

Dicen que todo tiempo pasado siempre fue mejor, yo creo que todos los tiempos son iguales, lo que pasa es que vamos viendo las cosas de diferente manera, vamos creciendo, madurando y cuando recordamos los episodios de nuestra niñez se nos hacen bonitos, pero es la nostalgia, el querer volver a vivir un poquito de aquello de nuevo, esperar, por ejemplo, que llegara el domingo para ir a dar la vuelta a la plaza y rentar una bicicleta con “El Rinti” por una módica cantidad, estar impacientes porque algún niño no suelta pronto el cinito de Luchi Villalvazo, hacer cola mientras salían los espirales dorados que olían tan rico y que luego cortaba y azucaraba con toda pericia Don Mateo, si, los deliciosos churros y también las gorditas, hechas con la misma masa de churros; quien no conoció a Don Chuy Garnica y su puesto con una incontable variedad de mercancías, las paletas de Don Juan Brambila, el nevero, mi vecino por cierto, los jugos y chocomiles de Doña Vence, cuántos no hicieron fila para comprar un boleto con Coco para el cine a ver los "estrenos" de ese tiempo, las películas de Bruce Lee, Chuck Norris, los hermanos Almada, Valentín Trujillo, Lola la trailera  y saliendo disfrutar de los cacahuates de Don Genaro o los dulces y el pan de Lillo que, dicho sea de paso, no eran del barrio pero vendían afuera del cine, quienes no fueron alguna vez a la disco “Piscis” o a los bailes al “Carta Blanca”.

Calle 20 de Noviembre en su cruce con Morelos Centro
El barrio ha sido uno de los mas “nice” de San Juan por contar con múltiples instalaciones; en el se encontraba el cine, la disco, que después se convirtió en academia comercial  y sirvió de albergue en sus primeros años a los alumnos del CECyTEN No. 1, mientras construían el actual edificio; hubo también dos academias, una clínica particular, la del Dr. Federico Martínez, uno de los comercios mas importantes también estaba en el barrio, la de Don Manuel Salcedo, que también fue juez, hay una veterinaria, una escuela primaria, la Berzunza, en la que aprendí mis primeras letras, un pozo profundo que abastece de agua a un sector del pueblo y un hospital, que fue en sus primeros años muy importante pues contaba hasta con quirófano y que, lamentablemente en la actualidad, se encuentra prácticamente abandonado, no podemos olvidar también a los chamacos del  “Big Brother” como bautizó la raza al centro de rehabilitación para enfermos de alcoholismo y drogadicción que se encuentra también aquí. Y el campo de futbol, como dejarlo pasar, donde se jugaban partidos de gran importancia entre los equipos de los poblados vecinos y sirvió alguna vez de pista de aterrizaje para helicópteros, que venían a no se que cosa, pero llamaba la atención de tal manera que se veía la retahila de chiquillos salir de todos lados para encaminarse, lo mas veloz posible, a ver el armatoste bajar cual nave espacial alienígena en combate en medio de remolinos de polvo...

El barrio también fungió como pista de tartán, aunque sin tartán, para las carreras que se efectuaban entre los diversos barrios, justas clandestinas que eran de esquina a esquina de la cuadra en las que incluso se apostaba al mejor corredor, llegaron a ser tan importantes que trascendieron fronteras y había competidores de los pueblos mas cercanos; entre los contendientes mas conocidos estaban César "la furia"  o "el pelón", Daniel Flores, Sergio "cachicú" Sánchez, los hermanos "piocha", Julio Baca, "el pelón" Hernández, entre otros, si se me pasó alguno me lo hacen saber, competencias sanas en las que lo único que se buscaba era ser el mejor, deportivamente hablando, sin malicia, sin pleitos. 

También hay muchos oficios entre su gente; carniceros, “Churilas”, Desiderio, “Manchi”; Don Salva el herrero;  músicos, Don José y don Jesús Chávez, Domingo Navarro, Don Eleodoro; peluqueros, Eusebio y Juan Correas, que era una de las personas este último que entretenía a su clientela relatando experiencias vividas durante sus viajes de cacería al cerro Vallejo, aquí uno de ellos; contaba que, tenía varios días ya de andar tras un venado de grandes dimensiones, cansado, con pocas provisiones para el y los dos perros que le acompañaban, cuando de repente ve al animal tan cerca que cree poder alcanzarlo en poco tiempo pero para no cansar a sus dos perros al mismo tiempo ideó amarrar uno arriba del otro en sentido contrario y patas arriba para cuando se cansase el primero el otro estuviera fresco y no perdieran tiempo en alcanzar su presa y por supuesto que la alcanzó y comieron durante días de la carne de dicho animal; así contaba y como esas muchísimas historias, el chiste era entretener con su amena platica a los clientes asiduos a su peluquería.
 
Don Fidencio Enciso

Como dejar de mencionar también a los que por muchos años fueron el sostén de sus numerosas familias con la extracción de material pétreo (Grava, arena, lama y piedras) del Rio Ameca en sus carretones tirados por mulas, me refiero a Don Fidencio Enciso y Don Antonio Chávez mejor conocido como “el zorras” y así como ellos muchos otros que han sido para el barrio y para el pueblo mismo personas que han dejado huella, pero la más profunda, la que sobresale de entre todas ellas está una, la del Profr. José Ramón Carmona Cambero, no se puede hablar del barrio y no mencionarlo a él, al hombre recto, el que a través de los años dejó en cada uno de los chiquillos del pueblo sembrada la semilla del conocimiento, que tal vez muchos no supimos aprovechar, pero que todos o la mayoría lo recordamos con un cariño muy especial, cuántas generaciones vieron pasar sus ojos; gracias Profe Carmona!! 

Ojalá que todos podamos dejar algo bueno al irnos, dejar sembrado en nuestros hijos los valores que puedan ayudarlos a ser gentes de bien y así poder rescatar este hermoso pueblo y sus tradiciones.

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