miércoles, 14 de diciembre de 2011

¡¡ AÑO NUEVO, VIDA NUEVA!!

              


Llega el fin de un año y el comienzo de otro. Un ciclo termina y un ciclo empieza. Es esta una oportunidad para muchos de “empezar”. Época de establecer propósitos, metas y se crean ilusiones. De renovar fuerzas y esperanzas. ¿Cuántas veces se habrán escrito cosas como las que voy a escribir?, muchísimas. Cuantas veces se han leído cosas como las que estoy a punto de escribir ¡muchísimas más! . Entonces ¿Por qué las escribo? Porque creo seriamente que la vida nos da oportunidades más de una vez, y estas palabras servirán a más de uno, como una oportunidad más que tendrán frente a ellos. Así que aquí voy.

ESTADO DE CONCIENCIA.

Considero yo que el fin de año nos lleva a algunas personas a entrar en un estado de conciencia que es un poco más difícil obtenerla en el resto del año. Las actividades de la vida diario como el trabajo, las obligaciones, los estudios, la pareja y muchas otras variantes hacen que vivamos en un estado que yo llamo  “automático”. En este estado somos reactivos, es decir, reaccionamos a los estímulos externos de nuestra vida, sin darles un verdadero rumbo a las reacciones o mejor dicho a las “decisiones” que tomamos.

El fin de año nos obliga, y repito, obliga a dejar el “automatico” y entrar por unos momentos a un modo de “conciencia”. En este estado de conciencia el ser humano es capaz de realizar algo que ningún otro ser vivo puede hacer; la introspección. La introspección es esa capacidad que tienes tu y que tengo yo de analizarte a ti mismo desde “afuera”. Sales de tu ser y te miras, analizas las cosas que son importantes para ti y que tienen algún significado en tu vida. Cada persona hace su autoanálisis de manera diferente, pero la raíz creo yo es la misma: observas la situación actual de tu vida.

La duración del estado de conciencia varía de persona a persona...

viernes, 9 de diciembre de 2011

COMO VIVES JUZGAS

                          COMO VIVES JUZGAS


Aquí les hago otra entrega sobre frases de uso común en las que encuentro una enseñanza de mayor dimensión de la que mucha gente le da.

Esta frase normalmente se usa como defensa a la acusación o señalamiento hecha por un tercero a mi persona. Diciendo al pronunciar esta frase, que la situación a la que esta persona se refiere no es como el o ella dice, sino como ella o el juzga, actúa, decide, es o “vive”. Es una defensa y un ataque a la vez.

La connotación de la frase es real, y como lo dije al principio si miramos con detenimiento lo que esto implica podríamos entender nuestro propio proceder en la vida, el por qué tomamos las decisiones que tomamos y porque vivimos como vivimos.

Los estudiosos del comportamiento humano, dicen que los niños en edad temprana, cuando su cerebro y sus procesos esta aun en desarrollo primario, no tienen la capacidad de entender que los otros infantes de su edad piensan diferente. Para explicar esto de manera simp; si un niño le gusta un oso azul, cree que a todos los niños les gustan los osos azules.

Yo creo por experiencia propia que muchos adultos no acabamos de pasar por esa etapa, y creemos que todos piensan como yo. Que las capacidades que tengo yo las tienen los demás, que la forma en que veo diferentes situaciones como el trabajo, la casa, la familia, la pareja las demás personas las deben de ver iguales. Creamos un “común” en un mundo lleno de diferencias.

Ninguna cosa sobre la tierra es igual a otra, la frase “ como dos gotas de agua” es una mentira. Físicamente ninguna persona es igual a otra, aun los gemelos idénticos ¡no existen!, siempre habrá diferencias. Resulta pues sorprendente que pensemos que en algo tan intrincado como la mente humana seamos similares, parecidos y hasta ¡iguales!....