sábado, 23 de marzo de 2013

BARRIO SAN ANTONIO por Blanca Velazquez




       
  De izquierda a derecha, Millo paño, Sergio “Cachicú” Sánchez y Chuca Robles
                  

Bienvenidos a este espacio en el que hablaremos un poquito de nuestro terruño, de éste hermoso pueblo que tantos cambios ha tenido, unos para bien, otros no tanto, aunque cambios al fin, pero  todos nos dejan una enseñanza, deseamos nos acompañen durante mucho tiempo en este proyecto que empieza y que nos gustaría que hicieran también suyo.  Me encantaría platicarles un poquito de mi barrio, San Antonio, enclavado al  noreste del pueblo y de algunos de sus vecinos. 


Cuando era niña, no hace tanto   tiempo, era el tiempo de lluvias una verdadera fiesta,...
salíamos a bañarnos en los chorros de agua que caían de los techos de las casas, hacíamos barquitos con hojas o con latas que acarreaban los arroyitos que recorrían la calle, si había un poco de suerte podía traer el arroyo alguna lanchita de esas que dan los arboles conocidos como llamarada o tulipaneros; cuando la lluvia era abundante era común ver al chiquilillero bañarse en el arroyo, que muy pocos saben que se llama Caganchis, por qué? Ni idea, pero así se llama y recorre prácticamente todo San Juan, desde la bloquera de tierra blanca hasta desembocar en la vena que posteriormente se une al Río Ameca, pero bueno, les platicaba del cómo llegaba el racero a bañarse en el arroyo el frecuentemente  arrastraba consigo cocos, llantas y alguna que otra pelota o muñeca que robaba de los corrales, se hacían apuestas entre los concurrentes a ver quien se atrevía a cruzar el arroyo ya fuera a nado o, los más pudientes, en bicicleta; tener una cámara de carro era lo máximo, quien la traía, por supuesto, era quien mandaba.

              

Cuando no llovía no era aburrido tampoco, los chiquillos se entretenían jugando a las escondidas, los carritos, al dieciocho, a la trae, la cebollita, los encantados, charangai, al bote o a la pelota, los chiquillos mas grandes jugaban al uno por mulo, pero era normal ver jugar a niños y niñas por igual, a las mismas cosas, con excepción de las muñecas, el resorte o la liga, esos eran juegos de “viejas”, sin ofender, jugaban también a los balazos y no era raro ver pasar corriendo a una sarta de chiquillos por los corrales, entre ropa tendida, puercos amarrados y mogotales, atravesando lienzos para esconderse del bando enemigo , ya fuera atrás de una piedra, un muro o de alguna señora lavando, y gritando el todavía recordado “tan fulano”, simulando el ruido de la pistola y nombrando al rival en la mira para que se enterase que ya estaba muerto, pasaban siempre las esquinas plagadas de niños toda la tarde y, en ocasiones, hasta bien entrada la noche.


Cómo olvidar también a los personajes celebres del barrio, don Chico Vidal con su tienda y zapatería, a la que venía gente incluso de “arriba”, como eran considerados los poblados asentados en la Sierra Vallejo, don Pedro y doña Sarita, don Jesús Ortega, mejor conocido como “Churilas” de oficio carnicero, Rosita Guerra, que daba catecismo a los niños que iban a hacer su primera comunión, las gorditas con pollo de Doña Chuy, el sabroso pan de Alionso (Leoncio) Velázquez, quien se encargaba también de la organización y decoración de los carros alegóricos para el día 24 de mayo, que es el día que le toca al barrio la peregrinación en las tan concurridas fiestas del santo patrono San Juan Bautista, para ello organizaba loterías, rifas y bailes en la calle cobrando la entrada para sacar fondos para el arreglo de las alegorías en las que participaba también la demás gente del barrio, así como sus ayudantes de la panadería, el chivo, Melesio, Rogelio , Malleco, el pelón, entre otros, unos participaban de santos, de ángeles, del Mesías, pero todos eran diablos. Y cómo olvidar mencionar también a los que han sido y serán como un emblema ya para el barrio, me refiero a Millo paño y Chuca Robles, tan conocidos tanto en el pueblo como en otras latitudes cuya fama, incluso, ha traspasado fronteras.
                              

Albergó también el barrio a un personaje que a través de los años se sigue recordando, aunque hace ya muchos dejó la barriada, nada más y nada menos que don Agapito Medina, fundador de la línea de autobuses que han conurbado desde hace tanto tiempo los municipios de Bahía de Banderas y Puerto Vallarta, Auto Transportes Medina, S.A. de C.V.





                                       

                                        

El lugar de esparcimiento que el pueblo visita la mayor parte del tiempo, sobre todo los caballeros, también se encuentra en mi barrio, el legendario, y no menos célebre que su gente, restaurant Jardín, mejor conocido como “El Corona”, a él acuden los señores a animarse un rato y es tradición que sea el área de reunión para tratar negocios de todo tipo; cuando hay dinero en el pueblo  el corona se pone jubiloso, pues se contrata alguna banda, orquesta o mariachi y al escuchar las canciones uno sabe quien paga la música, a don Churilas, por ejemplo, le gustaba  la higuera, a Chico Fletes Domingo Corrales, a Jeremías y el Cuino, el pájaro prieto, por nombrar algunos. No podemos dejar de recordar  también de los cuartos de renta de “el Gûero” Herrera, que vieron pasar infinidad de familias que llegaba al pueblo en busca de un futuro mejor, entre ellos, Eusebio el peluquero, doña Lupe la cachucha, pero entre los más recordados están los tibirichis que contaban, creo yo, casi la docena de chiquillos, con lo cual había tela de donde cortar cuando se trataba de completar  jugadores.


Anécdotas incontables las que han ocurrido a través de los años y generaciones, las que contaré poco a poco, era pues un barrio alegre en el que todo mundo tenía derecho de regañar a los chiquillos de quien fuera, cuando estaban haciendo algo indebido, como si fueran los suyos y nosotros los respetábamos como si se tratara de los propios padres, había éso, respeto hacia los mayores.


Y donde quedó todo ese chiquilillero que obedecía sin respingar, que no replicaba, cuando se perdió el respeto por los mayores, dónde quedaron los valores que nos inculcaron, tal vez con golpes, pero que nos hacían comprender qué era bueno o malo, quién no recibió una nalgada? Por decir lo menos, porque entonces era duro portarse mal, qué estamos haciendo ahora?, o mejor dicho qué NO estamos haciendo?  Pues eso, llamarles la atención a tiempo, se nos hace bonito un niño que sus primeras palabras son solo groserías, y no conformes, los alentamos a que las digan porque se nos hace curioso como las dice, les cortamos el pelo de cierta manera o les ponemos algún tipo de ropa porque está de moda, les damos más dinero del necesario para que no los hagan menos, los dejamos salir a la calle con sabrá Dios quién sin preguntarnos siquiera si los conocemos, si pelean le decimos –No te dejes, tú también puedes!! , vamos a reclamar al maestro cuando es reprendido, sin darnos cuenta que la educación, la de los valores, esa se debe enseñar desde la casa y no hacer responsable al maestro, hablamos pestes de los demás delante de ellos y así una lista interminable.
Eso les hemos estado enseñando y he aquí las consecuencias; niños sin ley, porque ni a hombres llegan y es una lástima que esté en nuestras manos y no hagamos nada por remediarlo.
Ojalá se pueda hacer algo por ellos, por nuestros hijos, para que ellos y sus hijos vivan lo que vivimos nosotros, con la tranquilidad de salir a la calle sin ningún temor, sin cuidarse de nadie, que le tengan miedo únicamente a la puerca mocha y la mano peluda.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades Blanca y a los Blogueros de este sitio. Misión tu mundo por recordar el barrio donce nací. Hay más presonajes sin duda, que han sido relevantes, pero gracias a tu buena memoria recordé quella infoancia que al igual que tu lo dicen no está lejana. Espero seguri leyendo más de tus anécdotas tal ve puedas menciona a "Cheto" mi ahora compadre, a Chidro Gómez, Mode Anaya q quien dicho sea con respeto tenía el mote de "La loca" pero se le respetaba y apreciaba.

Anónimo dijo...

Hola Blanca y Gux Espina, muchas gracias por publicar esto, Como no recordar ese Barrio de San Antonio, pues mi familia y Yo, tambien formamos parte en mi infancia no muy lejana de ese barrio querido, y me atrevo a mencionar a otro personaje que tambien era muy conocido por los alredores: El "sospechoso", hijo de don Chico Vidal, y a Don Camilo Mora, el dueño del Palmar, la verdad que cuando vivi ahi me pase una de las epocas mas bonitas de mi vida, pues la verdad, nuestro querido San Juan, aparte del Barrio San Antonio, tiene otros barrios tambien, muy alegres como lo es el Barrio de San Isidro. Nuevamente felicidades Chicos y espero seguir disfrutando de sus blogs e historias tan gratas. Un abrazo desde Sacramento, California.

Unknown dijo...

ENHORABUIENA BLANCA, TE FELICITO COMO COMPAÑERO DE TRAABJO Y AMIGO, QUE DIOS TE SIGA CONSERVANDO CON MUCHA HABILIDAD MENTAL Y DE COMUNICACION ESCRITA, PARA EL BENEPLACITO DE QUINES TENDREMOS LA OPORTUNIDAD DE LEER TUS INTERESANTES COMENTARIOS, PARA LA REFLEXION, EL RECUERDO Y ORGULLO DE BAHIA DE BANDERAS.