De izquierda a derecha, Millo paño, Sergio “Cachicú” Sánchez y Chuca Robles |
Bienvenidos a
este espacio en el que hablaremos un poquito de nuestro terruño, de éste
hermoso pueblo que tantos cambios ha tenido, unos para bien, otros no tanto,
aunque cambios al fin, pero todos nos
dejan una enseñanza, deseamos nos acompañen durante mucho tiempo en este
proyecto que empieza y que nos gustaría que hicieran también suyo. Me encantaría platicarles un poquito de mi
barrio, San Antonio, enclavado al noreste
del pueblo y de algunos de sus vecinos.
Cuando era
niña, no hace tanto tiempo, era el tiempo de lluvias una verdadera fiesta,...
salíamos a bañarnos en los chorros de agua que caían de los techos de las
casas, hacíamos barquitos con hojas o con latas que acarreaban los arroyitos
que recorrían la calle, si había un poco de suerte podía traer el arroyo alguna
lanchita de esas que dan los arboles conocidos como llamarada o tulipaneros; cuando
la lluvia era abundante era común ver al chiquilillero bañarse en el arroyo,
que muy pocos saben que se llama Caganchis, por qué? Ni idea, pero así se llama
y recorre prácticamente todo San Juan, desde la bloquera de tierra blanca hasta
desembocar en la vena que posteriormente se une al Río Ameca, pero bueno, les
platicaba del cómo llegaba el racero a bañarse en el arroyo el frecuentemente arrastraba consigo cocos, llantas y alguna
que otra pelota o muñeca que robaba de los corrales, se hacían apuestas entre
los concurrentes a ver quien se atrevía a cruzar el arroyo ya fuera a nado o,
los más pudientes, en bicicleta; tener una cámara de carro era lo máximo, quien
la traía, por supuesto, era quien mandaba.
Cuando no
llovía no era aburrido tampoco, los chiquillos se entretenían jugando a las
escondidas, los carritos, al dieciocho, a la trae, la cebollita, los
encantados, charangai, al bote o a la pelota, los chiquillos mas grandes
jugaban al uno por mulo, pero era normal ver jugar a niños y niñas por igual, a
las mismas cosas, con excepción de las muñecas, el resorte o la liga, esos eran
juegos de “viejas”, sin ofender, jugaban también a los balazos y no era raro
ver pasar corriendo a una sarta de chiquillos por los corrales, entre ropa
tendida, puercos amarrados y mogotales, atravesando lienzos para esconderse del
bando enemigo , ya fuera atrás de una piedra, un muro o de alguna señora
lavando, y gritando el todavía recordado “tan fulano”, simulando el ruido de la
pistola y nombrando al rival en la mira para que se enterase que ya estaba
muerto, pasaban siempre las esquinas plagadas de niños toda la tarde y, en
ocasiones, hasta bien entrada la noche.
Cómo olvidar
también a los personajes celebres del barrio, don Chico Vidal con su tienda y
zapatería, a la que venía gente incluso de “arriba”, como eran considerados los
poblados asentados en la Sierra Vallejo, don Pedro y doña Sarita, don Jesús
Ortega, mejor conocido como “Churilas” de oficio carnicero, Rosita Guerra, que
daba catecismo a los niños que iban a hacer su primera comunión, las gorditas
con pollo de Doña Chuy, el sabroso pan de Alionso (Leoncio) Velázquez, quien se
encargaba también de la organización y decoración de los carros alegóricos para
el día 24 de mayo, que es el día que le toca al barrio la peregrinación en las
tan concurridas fiestas del santo patrono San Juan Bautista, para ello
organizaba loterías, rifas y bailes en la calle cobrando la entrada para sacar
fondos para el arreglo de las alegorías en las que participaba también la demás
gente del barrio, así como sus ayudantes de la panadería, el chivo, Melesio,
Rogelio , Malleco, el pelón, entre otros, unos participaban de santos, de ángeles,
del Mesías, pero todos eran diablos. Y cómo olvidar mencionar también a los que
han sido y serán como un emblema ya para el barrio, me refiero a Millo paño y
Chuca Robles, tan conocidos tanto en el pueblo como en otras latitudes cuya
fama, incluso, ha traspasado fronteras.
Albergó
también el barrio a un personaje que a través de los años se sigue recordando,
aunque hace ya muchos dejó la barriada, nada más y nada menos que don Agapito
Medina, fundador de la línea de autobuses que han conurbado desde hace tanto
tiempo los municipios de Bahía de Banderas y Puerto Vallarta, Auto Transportes
Medina, S.A. de C.V.
El lugar de
esparcimiento que el pueblo visita la mayor parte del tiempo, sobre todo los
caballeros, también se encuentra en mi barrio, el legendario, y no menos
célebre que su gente, restaurant Jardín, mejor conocido como “El Corona”, a él
acuden los señores a animarse un rato y es tradición que sea el área de reunión
para tratar negocios de todo tipo; cuando hay dinero en el pueblo el corona se pone jubiloso, pues se contrata
alguna banda, orquesta o mariachi y al escuchar las canciones uno sabe quien
paga la música, a don Churilas, por ejemplo, le gustaba la higuera, a Chico Fletes Domingo Corrales,
a Jeremías y el Cuino, el pájaro prieto, por nombrar algunos. No podemos dejar
de recordar también de los cuartos de
renta de “el Gûero” Herrera, que vieron pasar infinidad de familias que llegaba
al pueblo en busca de un futuro mejor, entre ellos, Eusebio el peluquero, doña
Lupe la cachucha, pero entre los más recordados están los tibirichis que contaban,
creo yo, casi la docena de chiquillos, con lo cual había tela de donde cortar
cuando se trataba de completar
jugadores.
Anécdotas incontables
las que han ocurrido a través de los años y generaciones, las que contaré poco
a poco, era pues un barrio alegre en el que todo mundo tenía derecho de regañar
a los chiquillos de quien fuera, cuando estaban haciendo algo indebido, como si
fueran los suyos y nosotros los respetábamos como si se tratara de los propios
padres, había éso, respeto hacia los mayores.
Y donde quedó
todo ese chiquilillero que obedecía sin respingar, que no replicaba, cuando se
perdió el respeto por los mayores, dónde quedaron los valores que nos
inculcaron, tal vez con golpes, pero que nos hacían comprender qué era bueno o
malo, quién no recibió una nalgada? Por decir lo menos, porque entonces era
duro portarse mal, qué estamos haciendo ahora?, o mejor dicho qué NO estamos
haciendo? Pues eso, llamarles la
atención a tiempo, se nos hace bonito un niño que sus primeras palabras son
solo groserías, y no conformes, los alentamos a que las digan porque se nos
hace curioso como las dice, les cortamos el pelo de cierta manera o les ponemos
algún tipo de ropa porque está de moda, les damos más dinero del necesario para
que no los hagan menos, los dejamos salir a la calle con sabrá Dios quién sin
preguntarnos siquiera si los conocemos, si pelean le decimos –No te dejes, tú
también puedes!! , vamos a reclamar al maestro cuando es reprendido, sin darnos
cuenta que la educación, la de los valores, esa se debe enseñar desde la casa y
no hacer responsable al maestro, hablamos pestes de los demás delante de ellos
y así una lista interminable.
Eso les hemos
estado enseñando y he aquí las consecuencias; niños sin ley, porque ni a
hombres llegan y es una lástima que esté en nuestras manos y no hagamos nada
por remediarlo.
Ojalá se pueda
hacer algo por ellos, por nuestros hijos, para que ellos y sus hijos vivan lo
que vivimos nosotros, con la tranquilidad de salir a la calle sin ningún temor,
sin cuidarse de nadie, que le tengan miedo únicamente a la puerca mocha y la
mano peluda.
3 comentarios:
Felicidades Blanca y a los Blogueros de este sitio. Misión tu mundo por recordar el barrio donce nací. Hay más presonajes sin duda, que han sido relevantes, pero gracias a tu buena memoria recordé quella infoancia que al igual que tu lo dicen no está lejana. Espero seguri leyendo más de tus anécdotas tal ve puedas menciona a "Cheto" mi ahora compadre, a Chidro Gómez, Mode Anaya q quien dicho sea con respeto tenía el mote de "La loca" pero se le respetaba y apreciaba.
Hola Blanca y Gux Espina, muchas gracias por publicar esto, Como no recordar ese Barrio de San Antonio, pues mi familia y Yo, tambien formamos parte en mi infancia no muy lejana de ese barrio querido, y me atrevo a mencionar a otro personaje que tambien era muy conocido por los alredores: El "sospechoso", hijo de don Chico Vidal, y a Don Camilo Mora, el dueño del Palmar, la verdad que cuando vivi ahi me pase una de las epocas mas bonitas de mi vida, pues la verdad, nuestro querido San Juan, aparte del Barrio San Antonio, tiene otros barrios tambien, muy alegres como lo es el Barrio de San Isidro. Nuevamente felicidades Chicos y espero seguir disfrutando de sus blogs e historias tan gratas. Un abrazo desde Sacramento, California.
ENHORABUIENA BLANCA, TE FELICITO COMO COMPAÑERO DE TRAABJO Y AMIGO, QUE DIOS TE SIGA CONSERVANDO CON MUCHA HABILIDAD MENTAL Y DE COMUNICACION ESCRITA, PARA EL BENEPLACITO DE QUINES TENDREMOS LA OPORTUNIDAD DE LEER TUS INTERESANTES COMENTARIOS, PARA LA REFLEXION, EL RECUERDO Y ORGULLO DE BAHIA DE BANDERAS.
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